A tres meses de haber suspendido la financiación a proyectos impulsados por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Gobierno nacional ha dispuesto una serie de cambios en la Ley de Fomento al Cine Nacional. Las modificaciones afectan principalmente los subsidios que se otorgan a los largometrajes nacionales, buscando reorientar los recursos en función de criterios de «calidad y viabilidad comercial».
El cambio más destacado se encuentra en el Decreto 984/2024, que establece que las películas nacionales que no sean consideradas de “interés especial” recibirán un subsidio equivalente al 70% de lo recaudado por boletería, hasta alcanzar el costo de una producción de presupuesto medio. Por otro lado, aquellos filmes que sean catalogados como de «interés especial» podrán acceder a un subsidio total, del 100% de lo producido en taquilla.
El Decreto, que lleva la firma del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, justifica los cambios al señalar que «resulta necesario adecuar la normativa a la coyuntura actual como parte de políticas públicas destinadas a promover la calidad de las películas que sean vistas y consideradas por el público argentino». Así, el Gobierno pone énfasis en un modelo de apoyo a la industria cinematográfica que priorice la rentabilidad y la relevancia de las producciones.
Con respecto a la aplicación concreta de los subsidios, el Decreto establece que los montos serán calculados sobre el producido bruto de boletería, descontando los impuestos que se apliquen directamente al espectáculo. Se detalla que, en el caso de películas sin interés especial, el subsidio será del 70% de la recaudación, mientras que los proyectos con «interés especial» podrán recibir el 100%.
Además, la nueva normativa aclara que los subsidios aplicables a películas nacionales cuya exhibición comercial comience después del 24 de julio de 2024 estarán sujetos a estos nuevos porcentajes. «Los montos y topes máximos a percibir como suma total por subsidios se aplicarán a las películas nacionales cuyo estreno comercial sea posterior al 24 de julio de 2024», precisaron los responsables del Decreto.
Otra de las modificaciones importantes es que los subsidios se calcularán no solo en función de la exhibición en salas cinematográficas, sino también tomando en cuenta otras formas de distribución, como plataformas digitales u otros formatos alternativos, siempre dentro de los límites establecidos por la reglamentación vigente. A este respecto, el Decreto señala que «para alcanzar los montos máximos establecidos anteriormente se computarán aquellos subsidios que se perciban por exhibición en salas cinematográficas, más los que correspondan por otras formas de exhibición, conforme la normativa que establezca el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales».
Finalmente, el Gobierno explicó que los cambios buscan una administración más eficiente de los recursos públicos destinados al cine nacional. «Establecer ciertos criterios para permitir un manejo con mayor eficiencia de los recursos públicos destinados por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales al subsidio de películas nacionales, como así también vincular el otorgamiento de los mismos a la calidad, a las posibilidades de exhibición, a la audiencia y a la recuperación de los fondos otorgados por sobre preferencias ideológicas», concluye el Decreto.
