Los vecinos y adjudicatarios del Barrio «De Corazón Tandilense III» vuelven a ser noticia en la ciudad. Esta vez no es por una demora en los indicadores urbanísticos, ni tampoco por un riesgo de inundación en el macizo de Vélez Sarsfield y 12 de octubre, donde se emplazará el barrio que le brindará una solución habitacional a 96 familias de trabajadores y trabajadoras de Tandil. La novedad de 2024 es que tuvieron que pagar un excesivo impuesto de 26 millones de pesos, en concepto de plusvalía municipal, el gravamen local sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana.
La novedad fue denunciada por Marcelo Arce, uno de los 96 adjudicatarios, por las redes sociales. Allí, el hombre se tomó el trabajo de denunciar el abultado número de la plusvalía municipal, sino que también el interés por atrasarse 3 días sobre el pago. Inicialmente el impuesto tenía un valor de algo más de 25 millones de pesos, que en 72 horas tuvo un incremento de 890 mil pesos. «$890.000 de intereses por 3 días hábiles de retraso en un proyecto de una asociación civil que busca cubrir un déficit municipal de antaño : LA VIVIENDA. Al parecer, los intereses municipales corren rápido, no tan rápido como las necesidades de cada uno de los socios integrantes del proyecto», aseguró Arce en sus redes sociales.
En su posteo y a modo de resumen para todos aquellos que no están interiorizados en la historia de los 96 adjudicatarios del barrio, Arce comenzó diciendo que, «Hace ya 6 años pagamos, de cada uno de nuestros bolsillos y con mucho esfuerzo , el macizo de tierra que hoy es nuestro (crean que fue mucho, somos todas familias de laburantes que se ganan el mango día a día). Como corresponde, en conjunto con la provincia quien nos otorgó un subsidio millonario, y la asociación mediante, iniciamos obras de infraestructura que nos proveerán de servicios básicos ( apertura de calles, agua ,cloacas, cordón cuneta)».
Y continúa, «cabe destacar que, cierto subsidio sufrió varias devaluaciones porque el municipio consideraba, amén de tener un aval de pre factibilidad por parte de la autoridad del agua (autoridad competente en estos casos) , que nuestro macizo de tierra era inundable, lo que nos llevó entre vuelta y vuelta,2 años de obra frenada, sin iniciar. Cierta devaluación, que tuvo como resultado una diferencia en los costos, también fue afrontada por los socios con muchísimo esmero. Estamos a la espera de presupuestos de obras tendientes a proveer los lotes de Tendido eléctrico, alumbrado y gas, las cuales son obras multimillonarias que quizás, en tiempos pasados hubiesen sido un poco más accesibles a lo que hoy realmente cuestan. Lo afrontaremos». aseguró.
Trazando la línea de tiempo, para noviembre de 2022, Flavia Seiano, Directora de Hidráulica de la Provincia, fue certera a la hora de ratificar la competencia de la Autoridad del Agua (ADA), al respecto de riesgos hídricos en los lotes. En la misma, la funcionaria provincial indicó que, “se pone en conocimiento que en los registros existentes en esta Dirección no surgen antecedentes vinculados con el proyecto mencionado precedentemente, dejando constancia de que no se ha participado en la evaluación del mismo. El análisis del proyecto hidráulico del emprendimiento ha tramitado en su totalidad ante la Autoridad del Agua, obteniendo la aptitud hidráulica correspondiente que habilita a proceder con su ejecución”, fue la contundente respuesta de la Provincia.
Luego de un 2023 «tranquilo» desde las trabas municipales, y comenzando con los trabajos de preparación de los lotes y los servicios, para inicios de este 2024, ahora las trabas parecieran dejar de lado el tema de la infraestructura, para girar hacia el lugar donde más duele: el bolsillo de los trabajadores. Arce en su posteo con fecha al 30 de enero, analiza la situación y comenta, «dejando atrás las problemáticas ya conocidas y con nuestra obra de infraestructura ya cubierta y casi por finalizar, sin la posibilidad de acceder a un crédito por las obras que nos restan, ni de viviendas porque es inexistente a nivel provincial y nacional, volvemos a recibir un revés de quien, en nuestro caso fue un verdugo, EL MUNICIPIO.
La mayoría de las familias de nuestro proyecto, pagan alquileres que hoy son irrisorios para los sueldos que percibimos. Pagamos impuestos, como corresponde. Pagamos tasas municipales, como corresponde. Y además, de tener que afrontar obras de infraestructura , tendido eléctrico, alumbrado y gas, ya que el municipio NADA HACE, NI HIZO para que podamos tener nuestra casita propia con servicios básicos, debemos de abonar la plusvalía municipal».
Con referencia a la plusvalía, el municipio no tuvo mejor idea que imponerla con intereses UVI, en un contexto hiperinflacionario, no hace más que poner en jaque las esperanzas de los futuros habitantes del barrio. No resulta nada nuevo decir que la situación económica es adversa para todos los que habitamos la ciudad. La pregunta que se impone es: ¿Tan reducida está la caja del Municipio? y con más atino, Arce se pregunta: «¿De dónde saldrán los costos para afrontar cierta reducción? Seguramente del laburante, del soñador.