Siguen los problemas en el hospital por la falta de funcionamiento de los ascensores camilleros. El problema estalló a mitad de año cuando los concejales de Unidad Ciudadana liderados por Rogelio Iparraguirre descubrieron informes firmados por funcionarios que daban cuenta del «calamitoso» estado de los aparatos.
El Gobierno Municipal había solicitado al deliberativo la utilización del Fondo de Ayuda Solidaria para el reemplazo de los mismos y, para apurar el trámite, adjuntaron informes que explicaban que corrían riesgo de desprendimiento del piso de uno de ellos. La funcionaria que firmó el documento era la titular del infraestructura del nosocomio, Marta de Rico, la misma que cuando se hizo público salió con su jefe, el Presidente del Sistema de Salud, Gastón Morando, a desmentirse a sí misma.
La situación económica del país y la devaluación en particular, hizo que la empresa que haría el recambio se echara para atrás, por cambiar los valores de los costos. Finalmente el Ejecutivo decidió presentar y aprobar la utilización del FAS para el recambio, pero hasta que comenzaron con los trabajos hubo una alerta fuerte: se desplomó uno de los ascensores, del cual recién bajaban pacientes y personal.
Ahora, la concejal de Unidad Ciudadana Silvia Nosei advirtió que fue a verificar el estado al centro de salud y se encontró con que uno de los ascensores directamente no funcionaba y el otro está custodiado para que solo se utilice con camillas, es decir que los adultos mayores tienen que subir y bajar por escalera. Asimismo, aseguró que en el ascensor pequeño, “no pueden subir personas, es sólo para material quirúrgico y las sillas de ruedas no entran”.
De Rico, por su parte, aseguró que los plazos son los previstos y que el jueves pasado comenzaron los trabajos de recambio.
