Como anticipó La Opinión de Tandil en la jornada de ayer, la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones (DNSMyA) a cargo del tandilense Luciano Grasso, despidió casi un centenar de profesionales en todo el país.
Por mensaje de texto vía Whatsapp, 88 trabajadores y trabajadoras se enteraron que, luego de seis meses de no cobrar el sueldo, se quedaron sin trabajo. Son los agentes territoriales encargados de que se cumpla la Ley 26.657 aprobada en 2010 y que implicó un verdadero cambio de paradigma en el abordaje de la problemática a lo largo y ancho del país.
Los profesionales despedidos realizaban trabajo territorial en las provincias de Jujuy, Chaco, Corrientes, Entre Ríos y Misiones. El Ministerio de Salud a cargo de Adolfo Rubinstein no sólo comunicó informalmente los despidos de los trabajadores y trabajadoras que se encargaban de gestionar el programa a miles de familias alejadas de los centros urbanos sino que, además, miles de pacientes dejaran de percibir el derecho básico a la atención primaria de la salud mental.
Los profesionales facturaban a la Universidad de Entre Ríos por convenios firmados con el Ministerio de Salud de la Nación. “Es como la crónica de una muerte anunciada”, dice una profesional del Noroeste que se desempeñaba capacitando a los referentes de salud de comunidades de pueblos originarios en la Puna y en la Yunga, según consigna el periodista Mariano Pedrosa en una nota de Tiempo Argentino «Venimos trabajando hace 14 años con patologías severas. Fue muy difícil entrar y generar un lazo de confianza con las comunidades, y ahora en medio del trabajo del año, que venimos realizando sin cobrar, recibimos el audio de Whatsapp de la directora de Salud Mental de Corrientes diciendo que el trabajo se termina en septiembre. Pero nosotros planificamos todo el año, porque hasta diciembre se suponía que estaba asegurado. Ahora, como siempre, tenemos que poner la cara nosotros y es como mentirle en la cara a la gente”, dice una de las profesionales despedidas»
El ajuste en Salud, que ya se fue anunciando con el incumplimiento del calendario de vacunaciones, se profundiza en los sectores más humildes que son los usuarios de la atención de los profesionales despedidos.
En Misiones, miles de usuarios de salud mental sin cobertura quedan sin cobertura. En Chaco y Corrientes diferentes barrios en situación de vulnerabilidad quedaron sin atención primaria de la Salud en Salud Mental. Entre Ríos sufre una situación similar, ya que varios lugares sólo contaban con la atención de los profesionales despedidos por lo que quedan sin atención. En la provincia de Jujuy, quedan sin cobertura pueblos originarios de la Quebrada de Humahuaca, la Puna y la Yunga.
«Si las provincias los necesitan, que se hagan cargo”, dijeron desde el ministerio de Rubistein.