El 22 de diciembre de 2016, seis meses después de que había dispuesto el cierre del ramal Tandil, la gobernadora María Eugenia Vidal aterrizó en la ciudad para recorrer durante 15 minutos una obra asfáltica junto al intendente Miguel Ángel Lunghi.
Luego de descender en el aeropuerto y mantener una conversación privada con el titular del Departamento Ejecutivo local en la combi que trasladaba a ambos hasta las obras, Vidal caminó los 100 metros por avenida Pujol, desde Figueroa hasta Lisandro de la Torre.
Allí se detuvo brevemente para dialogar con los periodistas que, ante la preocupación de los tandilenses, lo primero que le preguntaron fue por la vuelta del tren: “Sé que el tema del tren es una preocupación, y cuando tomamos la decisión no fue fácil pero había cuestiones de seguridad importantes para los pasajeros, y cuando estemos seguros que se han resuelto vamos a trabajar para ponerlo a funcionar” prometió en esa oportunidad la mandataria.
Ante la insistencia por los plazos, la funcionaria aseguró que “no hay plazos todavía, ayer estuve hablando del tema con el ministro de Transporte de la Nación y hablamos del tren a Mar del Plata, pero son miles de millones (de pesos). Sabemos que la situación de la Provincia y de la Nación no es la mejor pero vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo” y agregó que “había informes técnicos muy concretos que hablaban de que el tren estaba funcionando sin las condiciones para la gente”.
Ahora, pasados 13 meses y medio desde esas declaraciones, finalmente decidieron el cierre del ramal y despidieron a 13 de los 14 trabajadores que quedaban activos en la Estacion de Trenes de Tandil, privando a los tandilenses de un medio de transporte económico para viajar a la Capital federal.
