En el marco de la primera conferencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en Sudamérica, entre los puntos importantes sobre los que se trabajará hasta el miércoles, cuando finalice la cumbre, se destaca el posible Tratado de Libre Comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, que permitirá intercambiar bienes sin barreras arancelarias.
Ayer, el presidente Mauricio Macri fue el anfitrión del encuentro que se desarrolló en el Centro de Convenciones porteño y estuvo acompañado por los presidentes Michele Bachelet (Chile), Michel Temer (Brasil) Tabaré Vázquez (Uruguay) y Horacio Cartes (Paraguay).
Allí, Macri expresó: «Este es un evento histórico. Es una oportunidad para renovar el compromiso con el sistema multilateral del comercio. Es un claro gesto de apoyo al objetivo compartido de un comercio justo, con reglas claras».
«Como país anfitrión, buscamos sentar las bases para el debate, para tornar en algo más eficiente el sistema multilateral de comercio. El camino es un mundo abierto, donde todos comercian con todos con reglas claras y justas», agrgó.
Sin embargo, hay sectores que advierten sobre las consecuencias negativas para Argentina, que tendrá este tratado entre el Mercosur y la Unión Europea.
El presidente de Asociación Pyme y miembro de la mesa directiva de la Confederación Empresaria de la República Argentina (CGERA), Daniel Moreira, señala el vínculo entre el paquete de reformas laboral y tributaria que impulsa Cambiemos para que se ejecute este convenio.
«Con tratados tan asimétricos como éste, los únicos que va a ganar son los europeos y nosotros vamos a estar perjudicados porque vamos a ir a una reprimarización de la economía», afirmó en diálogo con El Destape y asegura que el gobierno de Macri busca que Argentina sea «un país de servicios y de materia prima».
Profesionales, pequeños y medianos empresarios, comerciantes e industriales que componen un Frente Productivo de Avellaneda-Lanús expresaron, a través de un documento, su preocupación por «el secretismo y el apuro en la firma» de este tratado que tendrá a la industria como la principal afectada, junto a todo el entramado pyme que deberá competir contra las grandes corporaciones externas.
«Nuestros países no requieren mayor liberalización descompensada, sino estrategias y políticas públicas elementales de defensa de su desarrollo. Políticas como la sustitución de importaciones, la priorización de la producción nacional, los créditosdiferenciales para el desarrollo de regiones o sectores más desfavorecidos; en resumen, la decisión estratégica de potenciar la industria nacional y el empresariado argentino», destacan en el informe que se adjunta a continuación.