Según la tradición oral de los tandilenses, las sierras de Tandil (al menos eso les decimos a nuestros visitantes) son las más antiguas del mundo. Así, sin mas. No damos mayores explicaciones y tampoco las tenemos. Están erosionadas porque son las más viejas.
El mito de las sierras más viejas del mundo nos permitió siempre posicionarnos como «el más algo»: el más antiguo en este caso, pero podría ser el mejor, el más bonito, el más alto, etc. Nos encanta ser «el más algo».
Sin embargo, en cuestiones serranas, deberíamos conformarnos con ser las sierras más antiguas de la Argentina (y no es poco decir, ganarle a las cordobesas es un logro que nos encanta).
Según publica el historiador Néstor Dipaola en su libro «La ciudad de las sierras. Reseña histórica del Tandil», la mayor antigüedad en Latinoamérica la tiene la cadena serrana de Brasilia con un proceso de formación que data de entre los 2500 millones de años. Las nuestras, en cambio, tienen un tiempo estimado de 2200 millones de años.
Así que la próxima vez que un visitante quiera saber algo más sobre la acumulación de piedras que se levanta al rededor del pueblo, podremos afirmar que son las más antiguas del país, las segundas más viejas del continente y una de las más antiguas del mundo. Ojo, no es poco.
