Los precios mayoristas de las verduras en el Mercado Central de Buenos Aires aumentaron un 43% en marzo respecto a febrero, según un informe del CEPA. El tomate lideró los aumentos con una suba del 97,6%, seguido por la lechuga (+77,9%) y la papa (+36,8%). Estas tres hortalizas tienen un peso central en la mesa de los argentinos y en el cálculo del IPC.
El informe estima que este segmento podría impactar en 0,54% en la inflación general del mes, mientras que las Verduras, Tubérculos y Legumbres mostrarían una suba del 24,5% en el índice de precios al consumidor. A contramano, los precios de las frutas cayeron un 9% en promedio, aunque el limón fue la excepción, con una suba interanual del 197,1%.
En medio de este panorama, el Banco Central volvió a perder reservas, que ya se ubican por debajo de los 25 mil millones de dólares. La combinación entre inflación persistente, pérdida de poder adquisitivo y presión sobre el tipo de cambio complica aún más el escenario económico, especialmente para los sectores populares.
El encarecimiento de las verduras se atribuye a la necesidad de importación desde Chile, Egipto y Brasil, donde el precio por kilo ronda entre $3089 y $3442, lo que generó un incremento del 55,4% en los valores de góndola. Si bien la brecha de precios entre supermercados y el Mercado Central se redujo levemente, sigue siendo del 116,9%.