Tras la firma de un nuevo acuerdo paritario, las dietas de los senadores nacionales superarán los $9 millones brutos mensuales a partir de mayo. La medida se da en un contexto de tensión social y malestar dentro del propio Congreso por las condiciones laborales del personal legislativo.
El aumento, que adiciona casi $250.000 a los ingresos previamente actualizados en abril, eleva el salario bruto de los legisladores a $9.142.920. En ese momento, se había aprobado un sistema de 2.500 módulos, más adicionales por representación y desarraigo, lo que ya había elevado los haberes a más de $8,9 millones.
La negociación paritaria, firmada entre los gremios del Congreso y las autoridades legislativas, generó fuertes críticas tanto en la opinión pública como entre los trabajadores del propio Parlamento. Estos últimos denunciaron una creciente desigualdad: mientras los senadores acceden a nuevos incrementos, los empleados enfrentan condiciones laborales más rígidas, especialmente en lo relativo al control de presentismo.
El acuerdo también encendió cuestionamientos hacia el rol de los sindicatos legislativos, acusados de haber avalado la medida sin contemplar las demandas del personal. La tensión interna podría derivar en medidas de fuerza en los próximos días, con un paro previsto para el jueves.
En un país atravesado por una crisis económica profunda, con alta inflación y caída del poder adquisitivo, el nuevo aumento en las dietas legislativas alimenta el descontento social y refuerza las críticas hacia la dirigencia política.