La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) sufrió un hackeo del sistema de administración que afectó a todas las sedes del organismo. El ataque pone en riesgo la información central del organismo de punta en materia energética y hay dudas respecto a información sensible sobre el reactor nuclear CAREM-25, cuyas obras fueron paralizadas bajo la admnistración de Javier Milei.
Adriana Serquis, extitular de la CNEA, explicó por la 750 que incluso ahora, a dos semanas después de la vulneración, los trabajadores siguen sin poder acceder a datos internos con los que trabajaban.
No es una información menor, ya que, por ejemplo, entre otros proyectos, la CNEA trabajaba sobre el reactor CAREM–25, el primer reactor nuclear de potencia diseñado y construido totalmente en Argentina, cuyas obras fueron paralizadas meses atrás por falta de presupuesto.
“Yo no soy autoridad oficial para decir lo que pasó, pero es cierto que hubo un jaqueo. Algo similar a lo sucedido con otras situaciones. Siempre se está en riesgo de este tipo de ataques”, afirmó Serquis, quien añadió que «se meten (al sistema) a través de diferentes tipos de virus. La información oficial dice que no hubo ningún tipo de sistema afectado, ni ningún robo de información, ningún tipo de ataque”.
Pero, agregó, “es cierto que doce días después no podemos tener acceso a nuestros propios archivos dentro de la institución”. “Toda la información del portal interno no está accesible”, advirtió.
Además, sostuvo que el hackeo era algo que podía suceder y por lo cual era importante trabajar de manera activa invirtiendo en seguridad. “Desde el año pasado veníamos haciendo un esfuerzo para recuperar la parte de mantenimiento, de renovación de equipos, y entiendo que no se pudo hacer ni hay perspectiva para que se haga”.
En tanto, un trabajador interno del organismo precisó entrevistado por Tiempo Argentino: “Se están escaneando las computadoras y los servidores y de a poco se está retomando la actividad de conectividad dentro de las instituciones”.
“No tenemos mucha claridad de lo que pasó y cuál fue el objetivo del ataque, lo que es seguro es que el recorte presupuestario no permitió ejecutar un proyecto de inversión pedido para mejorar el sistema informático y protegerlo”, afirmó.
Este hackeo, sostuvo Serquis, se enmarca además en un contexto de ajuste generalizado en el organismo, donde el impacto de la motosierra sobre los sueldos generó un éxodo de profesionales capacitados.
“La mayor pérdida es la de gente, más allá de que los grandes proyectos tuvieron un retraso en todas las ejecuciones por la falta de presupuesto y previsión”, se lamentó la extitular del organismo.
Y finalizó: “Todo el ecosistema nuclear se está desmembrando de una manera importante. Y eso pone en riesgo toda una capacidad generada a lo largo de 70 años. La falta de continuidad de políticas afecta muchísimo al sector”. (Vía Página 12)