Este miércoles, el vocero presidencial Manuel Adorni confirmó los rumores sobre un ajuste en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Según explicó en conferencia de prensa, el plan de “modernización” del organismo incluirá la venta de inmuebles, la desvinculación de 227 empleados y una profunda reestructuración de sus objetivos.
Adorni justificó la medida argumentando que “el INTA, un organismo clave para el desarrollo del campo argentino, se desvirtuó durante la gestión anterior al enfocarse en temáticas alejadas de su misión, como género, comunidades mapuches y agricultura familiar”.
Entre las acciones inmediatas, se destacó la puesta a disposición del predio ubicado en Cerrillos, Salta, y la venta de un edificio en Palermo, Buenos Aires, valuado en 6 millones de dólares. Este último, aseguró Adorni, presenta “graves irregularidades estructurales y representa un gasto excesivo”.
La propuesta de ajuste
El presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, presentó formalmente la iniciativa a través de un documento titulado “Propuesta de Presidencia de INTA para el análisis y decisión del Consejo Directivo en el corto plazo (Noviembre-Diciembre 2024)”. El plan prevé que, además de los 227 contratos no renovados, se sumen a las bajas otras desvinculaciones por retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas. En total, desde el inicio de la gestión libertaria, se reducirán 1.043 puestos.
Según cifras oficiales, actualmente el INTA cuenta con 6.852 empleados, de los cuales la mitad ingresó entre 2007 y 2015. Adorni aseguró que “el 90% del presupuesto del organismo, que asciende a 250 millones de dólares anuales, se destina a salarios, mientras que la participación privada en sus investigaciones es inferior al 10%. El objetivo es elevar esta cifra al 30% para 2027”.
Futuro incierto
Adorni expresó su confianza en que el Consejo Directivo del INTA apruebe las medidas este jueves, con la promesa de que lo recaudado por la venta de propiedades será reinvertido en el organismo para mejorar su equipamiento e impulsar la investigación agrícola.
El ajuste generó inquietud entre los trabajadores y cuestionamientos por parte de sectores opositores, quienes denuncian que estas medidas comprometen el rol histórico del INTA como motor de la innovación y el desarrollo rural en el país.