En la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, abordó la situación de los sueldos docentes. «Lo que hubo es una actualización salarial que no siguió la pauta inflacionaria», afirmó. Antes de su intervención, el secretario de Educación, Carlos Torrendell, defendió el presupuesto asignado al área, a pesar de las protestas en las calles y los paros docentes.
Álvarez explicó que las partidas presupuestarias para las universidades se definían según la capacidad de «lobby» de cada diputado, en lugar de basarse en «pautas objetivas verificables». Criticó al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) por «inflar» las solicitudes de presupuesto y cuestionó su pedido de 7,2 billones de pesos para 2025. «El CIN presentó ese proyecto que es de una hiperexpansión del sistema universitario que no está justificado por la matrícula», dijo.
Como ejemplo, mencionó la situación de la Universidad Nacional de Jujuy, donde «el 40% de la matrícula no se ha anotado a un solo examen» y el 60% tiene menos de una materia aprobada. «Si la Universidad de Jujuy tiene 27 mil alumnos, ¿cómo tiene sólo 166 graduados?», inquirió.
Además, criticó al rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ricardo Gelpi, citando un diálogo reciente: «¿Cuál es el presupuesto que usted necesita? No sé, responde. Dice: Bueno, pero ¿le falta presupuesto? Sí, me deben el doble. Quería el doble de algo que desconoce».
Álvarez también se refirió a la distribución presupuestaria: «¿Sabe cómo se distribuía?», preguntó al diputado Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica. «Por lobby en esta casa. Aquel diputado que tenía mayores vínculos con las universidades lograba mayores índices de presupuesto», señaló.
Negó que existan programas y carreras desfinanciadas, asegurando que «el criterio de asignación de presupuesto tiene que ver con las carreras en ejecución y la cantidad de docentes reales». «Lo que decimos nosotros, un presupuesto de base real», subrayó. También destacó que «con el último sueldo de octubre que va a recibir el retroactivo de la garantía salarial, el 6,8% se va a convertir en la mejor paritaria del Estado».
Por otro lado, Álvarez rechazó las acusaciones de recorte salarial, afirmando que «en realidad no hubo recorte de salarios, lo que hubo es una actualización salarial que no siguió la pauta inflacionaria». Aclaró que el Gobierno no cerrará universidades y que se sostendrá la oferta pública en educación.
Torrendell, en su intervención, defendió el presupuesto educativo, señalando que «expresa un cambio de paradigma que tiene que ver con la política del Gobierno». Según él, «el problema no son las cantidades» de recursos, sino «hacer una dirección inteligente» para potenciar los aprendizajes.
En cuanto a la educación básica, destacó la importancia de la alfabetización y mencionó que hay un 60% de chicos por debajo de la línea de pobreza. Habló sobre la política de «Una Hora Más» y jornada extendida, y subrayó que «los resultados de distintas evaluaciones muestran que Argentina tiene un desafío grande».
En el ámbito de la educación superior, Torrendell señaló que el presupuesto para universidades equivale a dos tercios del presupuesto de su secretaría, lo que representa casi 4 billones de pesos. Afirmó que habrá un seguimiento más exhaustivo de las trayectorias educativas para asegurar que los alumnos se gradúen.
Finalmente, expresó que «el compromiso del Gobierno es el afianzamiento de la educación superior» y que la política salarial deberá debatirse y acordarse con los gremios y universidades en el marco de la premisa de «déficit cero».
