Alarmante informe en Mar del Plata: casi el 50% de los niños que asisten a comedores sufren malnutrición

A través del Indicador Barrial de Situación Nutricional (IBSN), el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) junto a Libres del Sur, determinó que el 47,1 por ciento de los niños que asisten a comedores de Mar del Plata y Batán sufren malnutrición.

Con la intención de detectar tempranamente la malnutrición en niños y adolescentes que asisten a merenderos y comedores, se relevaron a 36 espacios sociales distribuidos en 33 barios del partido de General Pueyrredón.

“Esta investigación nos ha permitido observar que en los niños, niñas y adolescentes de 0 a 18 años relevados están presentes significativos valores de malnutrición en todos los grupos etarios”, destacó el director de ISEPCI en Mar del Plata, Rodrigo Blanco.

Los números y las estadísticas en Mar del Plata

El informe relevó que de 1.665 niños, niñas y adolescentes de 2 a 18 años, un 47,1 por ciento presenta malnutrición. De esa cifra, un 22,5 por ciento presenta sobrepeso y un 23,2, obesidad. A su vez, 1,3 por ciento presentó déficit por bajo pesos, y en riesgo de bajo peso, un 2,3.

En franjas etarias, en el grupo de 2 a 6 años, el 34 por ciento presentó malnutrición; de 6 a 10 años, el 55; y en adolescentes de 10 a 18 años, el 50,6 por ciento. A tener en cuenta, también hay cifras preocupantes en la situación nutricional de los lactantes: el 41,1 por ciento de bebés de 0 a 2 años, se ubicaron en variantes de malnutrición.

A ello, Blanco señala: “Estas cifras nos afirman la tendencia de que la malnutrición infantil y juvenil se ha consolidado en alrededor de la mitad de la niñez y adolescencia de los barrios populares. Sobre todo entre los 6 y 18 años, con énfasis en el sobrepeso y la obesidad, lo cual pone en evidencia la existencia de problemas crónicos y estructurales en una buena parte de la población para acceder a alimentos nutritivos en cantidad y calidad necesarios».

El aumento de precios: ¿la causa?

El incremento sostenido del precio de productos como carnes, lácteos, frutas y verduras, se pronunció la tendencia del reemplazo de alimentos nutritivos por “rendidores”. Así, bajó el consumo de proteínas, aumentando la de hidratos de carbono y grasas provenientes de productos más económicos.

Sobre ello, Bianco explicó: “De este modo, el proceso inflacionario, la caída del empleo, el cierre de comercios y pymes y la menor posibilidad de realizar changas impactaron fuertemente en los sectores populares, comprometiendo las posibilidades de las familias de cubrir la canasta básica de alimentos”.

Relacionado