Nueva formula para las jubilaciones: Milei, Caputo y el FMI ajustan el gasto en seis puntos del PBI, igual que en la década del 90´ pero con el doble de beneficiarios

Más allá del impacto que va a tener sobre el bolsillo de los jubilados y pensionados la nueva fórmula de ajuste de haberes previsionales -que el Gobierno estableció por un Decreto de Necesidad y Urgencia-, los economistas y los operadores de los mercados están observando para adelante cómo van a quedar las cuentas del Sector Público Nacional (SPN).

Analistas estiman que el gobierno de Javier Milei pretende que el sistema previsional se ubique en un nivel de gasto equivalente a entre 5 y 6 puntos del PBI. Sería más bajo que durante el gobierno de Alberto Fernández, que se ubicó en niveles cercanos a 7 puntos y mucho menos a los 9,6 puntos del 2017, durante la gestión de Mauricio Macri.

Para que sea sostenible, un ajuste de los gastos en Argentina no puede evitar tener que meter mano en las jubilaciones, porque es el rubro que más impacta sobre el total de las erogaciones que tiene el estado.

Daniel Artana, en una charla reciente con inversores, señaló que «en años anteriores el pago de jubilaciones promediaba 7 puntos del PBI y producto de que la fórmula corre de atrás a la nominalidad de la economía, en enero febrero y marzo los pagos va a estar en 5 puntos o incluso menos»

El economista de FIEL remarcó que si durante el segundo trimestre de este año se compensa parcialmente la inflación, el peso del sistema jubilatorio va a quedar en unos 6 puntos del PBI.

Jubilaciones: la mirada del mercado

El equipo de research de Adcap Grupo Financiero señala en un breve comentario que la nueva formula anunciada por el Gobierno permite consolidar un ahorro casi 1 punto del PBI en 2024.

“La fórmula de indexación de jubilaciones incluida en el último decreto busca recomponer parcialmente el haber mínimo actual pero mantenerlo constante en términos reales a partir de julio. Si continúa el escenario desinflación, para diciembre 2024, los haberes reales se recuperarían hasta los niveles de diciembre 2023, manteniendo estable el gasto por debajo de 6 puntos del PBI, frente a los 6,8 puntos en 2023”, señala el reporte.

Ese nivel de gasto jubilatorio es “históricamente bajo” definió Adcap, pero la duda se plantea es si puede ser estable en el largo plazo.

“Este nivel (6 puntos del PBI) se encuentra muy por debajo de 2017 (9,6 puntos del PBI), momento en el que la aceleración de la inflación comenzó a licuar las jubilaciones”, sostiene el equipo de investigación de la sociedad de bolsa.

En ese sentido, señalan que “sin la capacidad de recuperarse en un escenario de desinflación, el nivel de gasto en prestaciones quedaría similar al de los ´90, pero con (aproximadamente) el doble de beneficiarios”.

“Es decir, casi la mitad per cápita, lo que no parece ser sostenible. Posiblemente el cambio de fórmula sea una medida que apunte a alcanzar primero la consolidación fiscal para luego pasar a una reforma del sistema previsional completo”, aprevén Adcap Grupo Financiero.

Al respecto, Martín Polo, de Cohen Aliados Financieros, sostuvo en una charla con inversores que “el principal gasto del gobierno, que más pesa es el sistema jubilatorio que contempla 9 puntos del PBI, mientras que el segundo que le sigue en importancia no llega ni a 3 puntos (subsidios)”, explicó.

“A partir de marzo, más allá de la discusión sobre la fórmula de ajuste, de si hay o no un bono, lo importante a tener en cuenta es que se estaría terminando esta licuación», anticipó.

«Las jubilaciones van a subir un 28% en abril y mayo otro tanto, un 25%, y después ya van a ir ajustando por la inflación pasada”, explicó.

En ese sentido, Polo planteó que “el gasto primario en el primer bimestre se ajustó 1 punto del PBI, un 30% vino por jubilaciones, otro 30% por subsidios y transferencias”. “Para que este recorte de gasto sea persistente, el Gobierno requiere de leyes”, insistió el economista de Cohen Aliados Financieros.

Por su lado, Nadin Argañaraz, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, plantea que “si en abril se ajustan los haberes un 13,2% por la inflación de febrero, más un 12,5% por única vez, los jubilados con la mínima tendrían en mayo un ingreso real un 25% inferior al que tenían en 2017”.

“Por su parte, el haber de mayo de los jubilados fuera de la mínima sería un 49% inferior al del año 2017”, advirtió.

Jubilaciones: la crítica de la heterodoxia
Desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Hernán Letcher, plantea que “respecto del primer trimestre de 2023, en abril las jubilaciones quedarían 32,5% por debajo en términos reales”.

“En febrero tocarían un mínimo de 53% (un recorte de 47%), comparado con el primer trimestre de 2023. Los jubilados pueden aspirar, en el mejor de los casos, a que la pérdida se consolide en torno a 25%”, indicó.

Fuente: Ámbito

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