A sala llena, el Ballet de Danzas Argentinas de la UNICEN estrenó su reciente producción, “Esperándote estoy…”, con el cual cerró la temporada de su 25° aniversario. La nueva obra del elenco estable de la Universidad es un homenaje a Atahualpa Yupanqui pero también a su compañera de toda la vida, Nenette, a quien el mundo la conoció por el seudónimo con que firmaba en co-autoría con su esposo: Pablo del Cerro.
Desde hace muchos años, la profesora Rosana Romano, directora y coreógrafa del Ballet, sentía que tenía una deuda con “don Ata”, a quien conoció cuando formó parte del Ballet Folklórico Nacional. Hasta que escuchó una obra de Lito Vitale y allí encontró la música que integraría el cuerpo de un espectáculo homenaje.
“Esperándote estoy, mi Capataza” dice el primer verso de un libro de Atahualpa. “La Capataza” es la luna, su eterna compañera, su confidente y en el espectáculo es quien va hilvanando en un hilo narrativo la historia de uno de los artistas más grandes de nuestro folklore y de la música popular del mundo.
Cada cuadro es un Atahualpa y todos, al mismo tiempo: el payador perseguido, el compañero y amigo, el poeta, el decidor. El ser íntegro, de una pieza, eterno en su obra y en su gente.
“Estamos muy agradecidos con la respuesta del público: siempre un estreno deja al descubierto, para quienes pensamos, construimos y pusimos el cuerpo a la obra, lo que falta ajustar y lo que funciona: es esa primera impresión que tenemos de aquello que fuimos llenando de sentido, de sentires y que se termina de completar con la emoción de la gente. Pero me encontré viendo lo que soñé e imaginé y el público nos devolvió con una emoción increíble la gratitud por tanta entrega de los bailarines, por tanto trabajo colectivo”, subrayó Rosana Romano.
“No tenemos más que palabras de agradecimiento a todos los que nos acompañaron, al staff del Ballet y al equipo del Área por sostener y apoyar nuestro trabajo”, concluyó.
El Ballet de Danzas Argentinas de la UNICEN ha sido parte de una política cultural institucional de inclusión y ampliación de derechos artísticos y culturales ofreciendo ininterrumpidamente durante 25 años espacios de formación en el arte de la danza y la difusión y promoción de la cultura nacional, convirtiéndose en legítimos embajadores culturales de la Universidad.