Los Pumas lucharon hasta el final pero no les alcanzó y cayeron ante Inglaterra por 26-23, en el cruce por el tercer puesto del Mundial de Francia 2023. El partido por el tercer puesto, en definitiva, termina siendo una síntesis de su recorrido en este Mundial. Logró el objetivo de jugar los siete partidos, también el de contagiar con su entrega y su resiliencia, pero pagó por la falta de fineza en situaciones determinantes.
El seleccionado argentino de rugby fue de menor a mayor. Tuvo un primer período adverso en el que el equipo inglés sacó una rápida ventaja y se fue al descanso por 16-10. En el segundo tiempo, el conjunto albiceleste reaccionó y se adelantó provisoriamente en el tanteador por 17-16 con un try de Santiago Carreras convertido por Emiliano Boffelli. Sin embargo, un error en la salida volvió a inclinar el partido para Inglaterra por 23-17, que marcó un try por medio de Theo Dan, luego refrendado por el pateador Owen Farrell.
A minutos del final y con el marcador 23-26, Nicolás Sánchez, máximo anotador histórico de Los Pumas, remató un penal que se fue junto a un palo y así se esfumó la chance de igualar el encuentro y jugar el tiempo suplementario. Con este transpié, Los Pumas no pudieron repetir el bronce logrado en 2007, cuando se quedaron con el último escalón del podio, tras derrotar al local Francia, también en el Stade de France.
Sin medalla, no puede decirse que los Pumas se despiden con las manos vacías. Dejan, en primer término, el recuerdo de partidos que quedarán en la memoria del rugby argentno, como el triunfo ante Gales en cuartos de final y la no menos emotiva victoria ante Japón para pasar a cuartos. Queda la nobleza de no haberse guardado una gota de sudor después del infausto debut en Marsella ante los propios ingleses. La diferencia en el marcador entre un partido traduce mejor la diferencia que persiste entre ambos. Pero el resultado final, la derrota, también refleja las falencias que lo distancian de las potencias.
Los Pumas se despidieron tristes por no haber alcanzado una medalla que habría sido histórica, pero con la frente en alto de haberlo dejado todo, cuanto menos en materia espiritual. Los errores propios los dejaron cuartos. La tristeza del final denota que este equipo quería más.
