La Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires (DGCyE) anunció este martes que el uso del tapabocas dejará de ser obligatorio en los espacios abiertos de las escuelas, cuando la vacunación alcance al 50% de la población entre 3 y 17 años con al menos una dosis. Mientras que s e mantendrá la obligatoriedad para los espacios cerrados.
Se trata de los nuevos lineamientos para la presencialidad plena y cuidad en las escuelas de la provincia de Buenos Aires, que la DGCyE aprobó para todas las escuelas públicas y privadas bonaerenses. El nuevo protocolo reemplazará entonces al Plan Jurisdiccional para el regreso seguro a las clases presenciales vigente hasta este martes.
Además de que el tapabocas dejará de ser obligatorio para los patios escolares, los lineamientos establecen el nuevo protocolo de actuación ante un caso sospechoso o confirmado de coronavirus en estudiantes, trabajadoras y trabajadores de la escuela.
¿Qué hacer ante un caso sospechoso o confirmado de coronavirus?
A partir de ahora, ante la presencia de un caso sospechoso se aguardará el resultado de la prueba de laboratorio para la adopción de la conducta de aislamiento del grupo, extremando las medidas de cuidado.
Si el caso se confirma y es docente, habiéndose mantenido el distanciamiento preventivo y utilizado el equipo de protección personal adecuado desde las 48 horas antes de tener síntomas o de la realización del test, se aísla solamente el caso confirmado, sin que se requiera el aislamiento de los cursos con los que haya estado.
Por otra parte, si el caso confirmado por laboratorio corresponde a una o un estudiante, se deberá aislar a las y los estudiantes del grupo al cual pertenece, toda vez que hayan estado en contacto estrecho desde 48 horas antes del inicio del síntoma o de la toma de la muestra.
Los contactos estrechos de un caso confirmado (y que no presentaron síntomas) podrán regresar luego de los 10 días del último contacto o con resultado negativo de test realizado a partir del séptimo día desde el último contacto con el caso. Se recomienda que los contactos estrechos se realicen los hisopados.
¿Qué pasará con el resto de las medidas de cuidado?
En todos los establecimientos educativos de la provincia de Buenos Aires se continuará con todas las medidas para la presencialidad plena y cuidada: la ventilación permanente de las aulas y espacios comunes, la distancia de dos metros con las y los docentes, la higiene de manos en forma frecuente, la limpieza y desinfección de los espacios físicos y las acciones de vigilancia epidemiológica activa, entre otras.
En las escuelas ya no se requerirá el ingreso y egreso escalonado de los diferentes cursos, ni la toma de temperatura al ingresar al edificio. Las escuelas de gestión estatal mantendrán la utilización de los medidores de dióxido de carbono para verificar la correcta ventilación de los ambientes en la escuela, mitigando el riesgo de contagio de enfermedades respiratorias.
¿Cuántos vacunados deberán haber para que se deje el uso del tapabocas?
La provincia de Buenos Aires comenzó a vacunar primero a los adolescentes entre 11 y 17 años y, desde el pasado 12 de octubre, a los niños y niñas de entre 3 y 11 años. Mientras que el primer grupo etario a vacunar se estima en una población de 1.600.000; el segundo alcanza a los 2.600.000 de niños y niñas. Es decir que, según las estimaciones del gobierno bonaerense, deberán vacunarse al menos 2,1 millones de estudiantes, para alcanzar al 50% de la población entre 3 y 17 años.
¿Por qué vacunar a los niños y niñas?
De acuerdo a los datos del Ministerio de Salud, en la provincia de Buenos Aires hay 12.939.718 de bonaerenses vacunados con al menos 1 dosis y 10.016.079 con dos dosis; por lo cual, avanzar en la vacunación de la población entre 3 y 17 se vuelve de suma relevancia para alcanzar una inmunidad que permita no tener nuevos brotes de coronavirus en el futuro próximo.
Sin embargo, la vacunación de los más chicos ha generado cierto temor en algunos padres y madres, en especial por una mala comunicación respecto de los beneficios de las vacunas y, en particular, debido a la postura que tomó en un comienzo la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP); la cual desinformó al respecto al indicar a inicios de octubre que no podían certificar las vacunas.
No obstante, el conflicto se debió, según indicó la propia SAP, a que no habían accedido al total de la información disponible para corroborar el uso pediátrico de la vacuna Sinopharm.
Si bien la entidad no es quién deba corroborar esa información, sino la ANMAT, la cual ya había aprobado el uso pediátrico de las vacunas; luego de unos idas y vueltas y acusaciones del uso político del tema por parte de algunos dirigentes de la SAP, hoy las vacunas Sinopharm para uso pediátrico son avaladas por todos los organismos competentes: la ANMAT, en primer lugar; y el resto de las entidades sanitarias como el Cofesa, donde se reúnen todos los ministros de Salud del país, y la propia SAP. Todos estas están de acuerdo en que la Sinopharm es una de las mejores vacunas para este uso.