¿El Municipio de Tandil mintió para decretar el estado amarillo?

La noticia sobre los problemas para poner en marcha la aplicación que detecta personas con COVID19 o contactos estrechos que no cumplen aislamiento se contradicen con los decretos del Cómite de Seguimiento. Una de las vueltas a Fase Amarilla estuvo sustentada en la existencia de esta herramienta.

La gestión de la pandemia para el Municipio de Tandil es un dolor de cabeza: luego de rechazar las disposiciones provinciales y nacionales, desde el Gobierno Local no logran encontrar el rumbo sanitario. Una nueva noticia puso en jaque los decretos que establecen el color del semáforo.

Esta mañana El Eco de Tandil publicó la nota «Por falta de un criterio común, aún no se puso en marcha la aplicación para control en lugares cerrados», un texto que explica las complicaciones que sufre la Secretaría de Protección Ciudadana para poner en funcionamiento la aplicación que permita detectar casos de personas con COVID19 o contactos estrechos que no cumplen el aislamiento.

La noticia pone en duda los decretos que regulan el color del semáforo tandilense: el 30 de septiembre el Cómite de Seguimiento estableció la fase amarilla y lo fundamentó en «la disponibilidad de una nueva aplicación para una mejor gestión y control del cumplimiento de los aislamientos de contactos estrechos y casos positivos de asistentes a locales comerciales y otros establecimientos».

Son estas situaciones las que exponen la improvisación municipal para gestionar la pandemia y las que explican que Tandil sea una de las tres ciudades que continúa en Fase 3.

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