La Asamblea Ciudadana por la Preservación de las Sierras de Tandil difundió una nota de opinión a través de los medios de difusión propios, y la reproducimos a continuación:
El concejal Civalleri en medios locales se refiere a la urbanización de un macizo serrano cuyas parcelas primero desafectó de la Zona Especial de Interés Urbanístico 32. Esta desafectación se hace con un convenio urbanístico, instrumento que, tal como viene siendo usado, significa que un particular pide algo al municipio que no está permitido y paga algo a cambio de la excepción. En este caso, el concejal y actor principal en distintos puestos de la gestión que ha permitido el avance de la construcción sobre las sierras en los últimos quince años, argumenta que el municipio recibirá terrenos y enfatiza que el loteamiento lo deberán hacer con los servicios correspondientes.
Por una parte pone maquillaje al hecho de que la ciudad pierde una ladera de un área emblemática que merece un proyecto acorde a su significancia, que el proyecto implica construir una sierra y que genera antecedentes para nuevos proyectos que vulneran el ordenamiento, degradan el ambiente y empobrecen la ciudad aunque enriquezcan a algún particular.
Por otra parte, es muy sugestivo que este mismo actor no haya hecho ni esté haciendo lo que siempre ha estado a su alcance para evitar el desastre que avanza sobre Villa del Lago, un área dónde no hay agua suficiente ni garantías de tratamiento adecuado de efluentes, razones que ameritan según la ley vigente a impedir que se construya (Art 101 ley provincial 8912).
La vista gorda a la ocupación de un área tan sensible en términos ambientales es una constante y por lo tanto una política por la cual son responsables. Los ciudadanos de Tandil vemos como pululan las casas en construcción, casi siempre sin cartel de obra, pero siempre con varios tanques que evidencian que quienes las están ocupando saben que es una zona sin agua. Sin embargo, ya vemos como dejar construir en esa zona inapropiada a la larga alimenta una demanda de servicios que consagran una gran injusticia. No sólo se avanza con la construcción sobre las Sierras, se afecta la biodiversidad, se contaminan las cuencas hídricas, se cambia la escorrentía de las aguas favoreciendo las inundaciones en otras zonas. Los mismos que construyen en medio de las Sierras, supuestamente buscando contacto con la naturaleza, después se quejan de que no llega el cartero, de los caminos, de que el camión no les lleva agua. ¿Esperan que encima de estar destruyendo un área serrana como tal, el resto de los ciudadanos que la perdemos paguemos los costos de una decisión tan equivocada? Los servicios son un derecho en áreas de uso residencial, y este uso corresponde a las áreas donde es ambientalmente adecuado y urbanísticamente conveniente.
El plan de ordenamiento dice: desalentar la construcción sobre el arco serrano, proteger las cuencas hídricas, establece ZEIUs, entre ellas la 32, con el objetivo de equipamiento urbano o regional para el presente y previendo el crecimiento de la ciudad. Sin embargo, Civalleri, así como muchos funcionarios que lo suscribieron, lo cambian de hecho y a su antojo para satisfacer pedidos particulares. Decir que los particulares esperaron mucho para urbanizar como si fuera obligación del municipio cumplir con esa expectativa es atender más al interés privado que al del pueblo al que tienen que representar. Ninguna apuesta a la valorización inmobiliaria obliga al estado a ordenar el territorio de acuerdo a los intereses de quienes apuestan. Por el contrario, se debe al bienestar de la comunidad, a la preservación del patrimonio natural y a una gestión de la ciudad que no genere compromisos injustos y costosísimos en todo sentido en el presente y el futuro.
Paren de construir sobre las Sierras y atiendan con eficiencia las necesidades de servicios en las áreas adecuadas para el uso urbano residencial.
Asamblea por la preservación de las Sierras de Tandil
Facebook: Asamblea por la Preservación de las Sierras de Tandil
Instagram: AsambleaSierrasTandil