La línea aérea Avianca Argentina, uno de los emblemas de la «revolución de los aviones» del gobierno nacional, anunció que dejará de volar en el país por seis meses debido a una delicada situación económica, aunque el ministro Guillermo Dietrich culpó a los sindicatos.
La noticia fue confirmada por el CEO de la compañía, Carlos Colunga, un histórico empleado de la familia Macri que quedó al frente de «Avian» cuando el holding colombiano compró la empresa de taxis aéreos McAir, que era propiedad de la familia presidencial, al comienzo del gobierno de Cambiemos.
Colunga afirmó que el parate servirá para «reformular su plan de negocios», aunque en los sindicatos creen que la empresa no volverá a volar. «Con los actuales aviones y la competencia que existe, resulta inviable continuar con las operaciones en estas condiciones», dijo el directivo a la agencia Télam. Dejar de volar podría implicar (siempre que el Gobierno cumpla la normativa) sanciones como la quita de rutas, el principal activo de Avian.
«No podemos competir en las condiciones actuales porque, por ejemplo, en la ruta a Mar del Plata, Aerolíneas Argentinas nos pone un vuelo encima del nuestro, con un jet, a un precio más bajo y en 12 cuotas. Es imposible para nosotros competir así. Por lo tanto, hoy presentaremos ante la ANAC una solicitud para dejar de operar los vuelos regulares, no los chárters, y en ese lapso veremos cómo reformulamos el negocio», agregó Colunga.
Desde que empezó a operar en el país, la empresa acumuló una deuda de alrededor de 30 millones de dólares. En febrero pasado, había iniciado el procedimiento preventivo de crisis y ya había dado de baja los proyectos de ampliación de su flota y se había visto obligada a devolver el Airbus 320 con el que tenía previsto iniciar los vuelos entre Buenos Aires y San Pablo. En ese momento, la empresa dio detalles de la situación compleja que atravesaban, al advertir por ejemplo que contaban con 80 pilotos para dos aviones porque no habían podido completar la flota.
Una de las alternativas para tratar de reflotar el negocio de Avian es centrarse en los vuelos regionales, según Colunga. «Es muy probable que devolvamos los ATR turbohélices y traigamos aviones grandes para hacer vuelos regionales, que es probablemente donde pueda estar mejor planteada la operación. Pero eso lo iremos viendo y analizando en este lapso en que estaremos parados», explicó.
La llegada de Avianca al país estuvo envuelta en un escándalo por el presunto conflicto de intereses del presidente Macri, ya que la aerolínea colombiana se instaló mediante la compra de MacAir. El Gobierno no tardó nada en otorgarle la explotación de rutas por 15 años a pesar de que (como queda claro ahora) la empresa no tenía la estructura para hacerlo y de que salieron a la luz serias irregularidades en los trámites ante la ANAC. Incluso, se denunció que Aerolíneas le condonó medio millón a la compañía de la familia Macri.
Esa polémica fue utilizada por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, para justificar la crisis de Avianca, además de culpar a los gremios. «Avianca estuvo muy golpeada desde el principio de sus operaciones. Primer la vincularon al presidente Macri y eso hizo que se demorara el inicio de sus servicios, con todo el perjuicio económico que eso les provocó. Se demostró que nada de eso era real, pero fueron los mismos gremios que hoy protestan porque puede dejar de operar», argumentó.
El funcionario atribuyó a la «intransigencia» de los sindicatos una de las razones de la caída de Avianca al señalar que «no les dejaron que pudieran desprenderse de los pilotos del Airbus 320, que tuvieron que devolver cuando se desató la crisis de Avianca Brasil, y los obligaron a seguir pagando los sueldos de pilotos que no volaban y hoy reclaman porque están en crisis». Fiel al manual macrista, Dietrich también culpó a factores externos: «la crisis de Avianca Brasil impactó severamente en Avianca Argentina, ya que formaban parte del mismo grupo y eso tampoco se tuvo en cuenta para tratar de hacer el esfuerzo de sostener a la compañía».
La crítica de Dietrich a los sindicatos fue rápidamente replicada. «Avianca se va del país después de haber hecho un negociado increíble, ellos le compraron la empresa a Macri e hicieron un contrato que era de Alí Babá con los 40 ladrones», declaró Pablo Biró, titular del gremio de pilotos. «Algún día Avianca va a tener que explicar ante la Justicia la compra de aerolínea de los Macri», agregó.
Este viernes, otro gremio, la Asociación Argentina de Aeronavegantes, había convocado a un paro de 24 horas en Avianca en reclamo del pago de salarios y en «defensa de la fuente de trabajo», ante los rumores que arreciaban y que terminaron siendo confirmados.
A pesar de que el negocio con los Macri se cerró en marzo de 2016, Avianca recién logró empezar a volar en noviembre de 2017, tras superar trabas legales y judiciales.
En su comienzo, Avianca había anunciado un acuerdo con el gobierno de Tucumán para instalar allí su hub (centro de conexión de vuelos), proyecto que nunca prosperó. También tenía previsto sumar 12 aviones ATR 72, turbohélices, pero sólo cuenta con dos aeronaves en funcionamiento. Y opera cinco rutas desde Buenos Aires: a Mar del Plata, Rosario, Santa Fe, Reconquista y Río Hondo, ésta última, inaugurada en diciembre pasado.
Fuente: La Política Online