El Ministerio de Energía comunicó este lunes a las empresas petroleras la «suspensión» del acuerdo interno que establecía una actualización de precios de los combustibles cada tres meses y liberó dichos precios a partir del 1 de octubre próximo.
Esta medida obedece a que el precio internacional del crudo Brent se ubica por arriba de los precios sostenes que rigen para el petróleo crudo local, de 55 dólares para la variedad Medanito (liviano), y de 47 dólares para el Escalante (pesado).
El esquema de precios vigente (hasta fin de mes) establece que si la cotización del crudo Brent supera esos 55 dólares durante más de diez días continuados, el acuerdo queda suspendido y se pasa a un mercado liberado, donde cada petrolera deberá resolver su política de precios. Esto considerando sus costos de producción internos de los combustibles que comercializa, la cotización internacional del crudo, y la variación del dólar respecto del peso.
Pero el acuerdo ahora suspendido podría volver a activarse si el precio internacional del Brent bajara a menos de los 55 dólares (que tiene el crudo liviano local) durante más de diez días consecutivos, y las compañías petroleras locales formularan tal pedido al Ministerio. Así las cosas, con lo dispuesto hoy por el Ministerio de Energía no se termina de liberar el mercado.
De todas formas, desde la cartera que conduce Juan José Aranguren se recordó que el esquema de precios con ajuste trimestral (que también considera la variación del precio de los biocombustibles) «vence definitivamente el 31 de diciembre próximo».
Hasta la comunicación de hoy a las empresas estaba previsto que los precios de los combustibles se actualizaran (a la suba o a la baja) desde el próximo fin de semana, aunque ya había trascendido que Energía preferiría que los valores actuales no se vieran incrementados al menos hasta finales de octubre por razones electorales. A partir de esta nueva situación, cada empresa evaluará si aumenta o no sus precios a partir del 1 de octubre, tomando en cuenta sus costos económicos, la actitud de sus competidoras, y tal vez también la expectativa del gobierno en materia política.
En otro orden, Aranguren exhortó también a las compañías petroleras a asumir «mucho más compromiso para desarrollar todo el potencial que el país tiene en materia de producción de hidrocarburos». Lo hizo al dejar inaugurada la Exposición Internacional del Petróleo y del Gas, organizada por el Instituto Argentino IAPG, en la Ciudad de Buenos Aires.
Ante un nutrido auditorio de empresarios del sector, el ministro refirió que «Argentina tienen que aprovechar la oportunidad de explotar sus recursos en gas y petróleo» de yacimientos convencionales y no convencionales, en momentos en que la producción de estos recursos acusa una llamativa baja.
En ámbitos petroleros se admite que se espera una señal del gobierno en cuanto a una definición sobre el precio futuro del gas natural, habida cuenta que Energía no estaría dispuesta a prorrogar la vigencia del denominado «Plan Gas» que vence a fin de este año. Se trata de un plan que garantiza precios para el gas a los productores de yacimientos convencionales.
Aranguren dijo hoy que «el precio promedio (país) del gas es hoy de 4,90 dólares por millón de BTU, de los cuales 4 dólares los paga la demanda y el resto todos los argentinos (subsidio)». Dicho subsidio a la producción rondaría los 1.600 millones de dólares y el gobierno pretendería eliminarlo.
Las empresas responden con su reticencia a producir allí donde dicen que no les resulta rentable, y en este contexto también están en juego muchas fuentes de trabajo en el sector.
Fuente: LaPoliticaOnline