A 48 años del Cordobazo y en la fábrica recuperada IMPA, Atilio Borón y el brasileño Frei Betto analizaron – ante un auditorio repleto – la ofensiva neoliberal, restauradora y conservadora orquestada por Estados Unidos que sufre nuestro continente. Ambos rechazaron el “fin de ciclo” progresista en la región. «Es el mismo cuento que nos hicieron escuchar en los ’60 con el fin de las ideologías, en los ’80 con el fin de la lucha de clases y en los ’90 con el fin de la historia», cuestionaron.
Durante más de dos horas, Borón y Betto, uno de los principales referentes de la Teología de la Liberación, conversaron sobre los aciertos, errores y limitaciones de los gobiernos populares y progresistas «que modificaron en los últimos 20 años la fisionomía socio-política del continente como nunca antes” y se refirieron al actual «momento de crisis, pero no de desesperanza» que atraviesa la región.
Al repasar la actualidad de los distintos países, resaltaron que en México, Brasil y Argentina, considerados los puntales del nuevo orden por los Estados Unidos, los proyectos de derecha están lejos de lograr la estabilidad. «México se está cayendo a pedazos, carcomido por la corrupción y el narcotráfico. Brasil está en una situación crítica y los grupos de poder tienen que hacer un conjunto de maniobras ilegales e ilegítimas para ver de qué manera sacan a Lula de la carrera, porque tal como están las cosas hoy lo más probable es que si hubiera elecciones las ganaría cómodamente. El Golpe a Dilma resultó un efecto boomerang, porque Temer es impresentable. Y en Argentina estamos en presencia de un gobierno por lo menos tambaleante, que no acierta el rumbo económico, que no logra los apoyos económicos internacionales que supuestamente tenía, y que políticamente le está yendo bastante mal de cara a las elecciones de octubre», desarrolló Borón. «Mientras tanto, en Ecuador la Revolución Ciudadana ha logrado ratificarse por la vía electoral y en Bolivia sigue el gobierno de Evo Morales hasta el 2019», destacó.
Respecto a la situación en Venezuela, Borón detalló que «se están apelando a las peores formas de oposición política, apelando a la violencia descarnada, atacando hospitales, centros infantiles, destruyendo edificios públicos, asesinando, quemando vivo a un muchacho por portación de cara. Pero Venezuela viene resistiendo, y es fundamental nuestra solidaridad, más allá de cualquier crítica que se le pueda hacer a la Revolución Bolivariana«.
A continuación, Frei Betto hizo suyas las palabras de Borón y realizó una fuerte autocrítica de la lucha armada, al entender que «subestimamos el poder del enemigo», y resaltó la necesidad de considerar los valores populares. «Hay toda una izquierda que habla del pueblo, habla por el pueblo, en nombre del pueblo, a favor del pueblo, pero no vive en las mismas condiciones que el pueblo. Es una izquierda de oficina que viaja por todas partes a Congresos y análisis, pero eso no es posible. Y es el problema de nosotros, que no consideramos muchas veces los valores del pueblo. En Brasil no se va a construir ningún socialismo sin fútbol, sin carnaval y sin religión. No es posible», enfatizó.
Citando a Fidel Castro, a quien entrevistó en Cuba, recordó que «la religión puede ser opresiva o liberadora, al igual que la política. El problema es que tuvimos demasiada influencia europea, racionalista y positivista en la formación de la izquierda».
A la hora de evaluar la actualidad latinoamericana, señaló que los gobiernos progresistas fueron producto de décadas de lucha popular, por parte de las comunidades de base y los movimientos sindicales, «luchas que empezaron por reacción a las dictaduras militares, y lograron hacer que a través de elecciones y dentro de la institucionalidad burguesa figuras progresistas llegaran al gobierno, mas no al poder», advirtió.
En este sentido, «estamos en una crisis porque no es fácil bailar zamba en una clase de tango, y nuestra zamba progresista no combina mucho con la ópera de la burguesía internacional y el capitalismo financiero. Ellos tienen otra gramática política», graficó.
Sin embargo, consideró tres factores de la crisis actual: la dependencia de la exportación de las materias primas («nuestros gobiernos se acomodaron en las commodities»); la dependencia del capitalismo internacional, en particular de las inversiones («no hemos tomado los debidos cuidados como hace ahora Cuba, que recibe inversiones pero todas con al menos el 51% de participación del Estado cubano); y el abandono del trabajo de base («una sensación de que ya que estamos en el Gobierno no necesitamos ir a los campesinos, a los obreros»).
El problema mayor, según Betto, fue la falta de alfabetización política: «Hemos mejorado el nivel de vida de la gente, en Brasil hemos sacado a 40 millones de personas de la miseria, pero esta gente tiene hoy la cabeza consumista. No hemos creado una Nación de ciudadanos, de protagonistas políticos. Hemos creado una Nación de consumistas».
Ejemplificó que los trabajadores y trabajadoras lograron en muchas casos acceder al celular, a la computadora e incluso al auto a partir de líneas de crédito accesibles, pero «la gente sigue en la favela: no tiene educación, no tiene salud, no tiene vivienda, no tiene saneamiento. O sea, hemos priorizado bienes personales y no bienes sociales», cuestionó con dureza y justeza, aunque enseguida aclaró que «no es fácil estar en el Gobierno». Frei Betto estuvo dos años como asesor especial de Lula y fue uno de los líderes del Programa Hambre Cero.
“Estamos en un momento muy complicado, porque estamos bajo la hegemonía del capitalismo con una ofensiva cultural muy inteligente y muy peligrosa. Inteligente porque utiliza también las nuevas tecnologías para profundizar nuestra individualización y así es como tenemos cada vez más menos vínculos sociales. En este contexto, lo peor que nos puede pasar es perder la conciencia histórica”, concluyó Betto.
El encuentro, convocado bajo el lema «América Latina en la Encrucijada«, estuvo organizado por la Fundación Germán Abdala (FGA), la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares Histórica (CEIPH) y el Centro de Estudios y Formación Marxista Héctor Agosti (CEFMA). Participaron, además, decenas de organizaciones del campo nacional y popular. “Organizamos esta actividad con compañeros con los que nos estamos conociendo, pero con los cuales nos sentimos muy cómodos y sentimos que tenemos mucho para discutir, pero también mucho para avanzar en común”, abrió la jornada Emiliano Bisaro, coordinador de la FGA y vocal de ATE Capital.