El desmantelamiento del Renatea (Regristro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios) un organismo que debe controlar el trabajo rural es, quizá, uno de los más duros testimonios de la precarización y flexibilización laboral a la que apunta el gobierno neoliberal de Mauricio Macri en sociedad tanto con las patronales agropecuarias como con la UATRE, el sindicato de trabajadores rurales conducido por el aliado del gobierno nacional, Gerónimo “Momo” Venegas.
Que el Momo Venegas es un aliado del gobierno no es opinión, es información pura. Desde su partido político “Fe”, alentó la candidatura del actual presidente y lo defiende cada vez que puede desde alguna pantalla o ante un micrófono en su natal Necochea o en la Capital Federal.
En el año 2011, bajo la ley nacional 26.727 se creó este organismo para reemplazar al anterior llamado Renatre (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores). La antigua entidad estaba controlada justamente por la UATRE y las patronales agropecuarias como la Sociedad Rural, CRA, Coninagro y FAA, y en toda su existencia no había formalizado jamás ninguna acusación legal.
En cambio en su corto tiempo de funcionamiento (2012 – 2015) el Renatea que ya no estaba bajo el control patronal, realizó 16 denuncias penales por la presunta trata laboral de 746 personas; se registraron 120 mil trabajadores y se inscribieron 9500 empleadores.
Este año el gobierno de Mauricio Macri desmanteló el organismo y tomó las medidas necesarias para volver al esquema anterior donde sus aliados controlan el organismo desde la ciudad de Buenos Aires, despidiendo a casi 700 trabajadores que cumplían tareas de fiscalización y de capacitación en todo el territorio nacional.
El testimonio de José Bravo, el último empleado del Renatea en Tandil
“El Renatea es un ente autárquico dentro del Ministerio de Trabajo, por lo que pensábamos que íbamos a tener algún tipo de reubicación dentro del Estado, pero en abril UPCN se reunió con UATRE y le pusieron fin al convenio colectivo de trabajo armando un acta-acuerdo de desvinculación de todos los empleados que habían sido tomados por el organismo a partir de 2012” explicó José Bravo en diálogo con LOT, el último empleado tandilense del organismo que fue desvinculado ayer.
Con esta decisión, prácticamente se vuelve al esquema anterior: un órgano público de gestión privada con la UATRE representando supuestamente a los trabajadores y cada una de las entidades patronales sentadas en la mesa de directorio, controlándose a sí mismos.
“Lo preocupante del caso es que el día de hoy si un trabajador rural es despedido, no tiene a dónde realizar el trámite de desempleo” explicó Bravo y amplió diciendo que “levantaron la oficina, la UATRE no toma trámites, y hay que dirigirse a la oficina de Necochea que no saben cómo lo van a resolver porque ni siquiera nos dieron directivas para derivarlos a algún lado, y mientras tanto los trabajadores rurales que son los más postergados del sistema laboral argentino, quedaron más indefensos aún”.
Bravo estimó que “si vuelven al esquema anterior tal cual como estaba, tenían la oficina de Buenos Aires Sur en Necochea, Bs. As. Norte en Junín y hasta ahora sigue abierta la oficina de Mar del Plata”.
“En el esquema de trabajo nuestro por el contrario había una Unidad Territorial en cada sección electoral, incluso la 5ta sección tenía dos. Además en cada una de las ciudades había puntos de atención llamados Unidad de Gestión Local, que era lo que había acá”.
Finalmente Bravo explicó que su función era la de fiscalizador, pero dentro de los casi 700 trabajadores desvinculados en todo el país había gente que realizaba su misma tarea pero también “empleados que realizaban cursos de capacitación, inclusive alfabetizadores que trabajaban con los empleados para mejorar su calidad de vida. Era un organismo complementario del peón rural, no solamente fiscalizaba el trabajo. Eso se cayó todo”.