Comunicado de la Asamblea Ciudadana en defensa de las Sierras por los incendios

La construcción sobre las Sierras y los incendios: Cada incendio supone riegos humanos, materiales y destrucción de flora y fauna serrana. Obliga a hacer enormes esfuerzos a los bomberos, conciudadanos que deben poner el cuerpo a la lucha contra las llamas, y exige a la ciudad en su conjunto brindar los recursos económicos para vehículos y equipamiento. Un esfuerzo de muchos en solidaridad con quienes se consideraron dueños de tomar individualmente la decisión de vivir en las Sierras.

En las Sierras, particularmente en momentos de sequía y altas temperaturas, son frecuentes los incendios. En su mayoría producidos por negligencia.

También la existencia dentro de la vegetación serrana de plantas adaptadas a incendios podría indicar que los hubo cuando la acción del hombre era menor o no existía.

Por lo tanto podemos sacar dos primeras conclusiones:

a) Cualquiera sea su origen, la sociedad y particularmente quienes realizan el trabajo directamente se ven obligados a combatir los incendios para detenerlos y evitar la extensión de sus perjuicios. La prevención es por lo tanto fundamental

b) Los incendios producidos por negligencia, descuido o intención tienen responsables. Hay responsabilidades individuales y del estado.

Entre las primeras ¿De qué modo se hace cargo de los impactos generados ambientales y económicos el particular que elige construir en una sierra y decide “preparar el terreno” quemando la vegetación natural?

Entre las segundas ¿Por qué se permite la construcción en áreas de riesgo de incendios, y escasez de agua?

Esto nos debe llevar a reflexionar sobre el uso de las Sierras. El plan de ordenamiento vigente, dice claramente: “Contener el crecimiento hacia la zona serrana impidiendo su invasión con usos urbanos”. (Título I, Estrategia 3, Objetivo 1)

Si se cumpliera se evitaría buena parte de los incendios y también se disminuirían los riesgos ante los mismos.

La política de dejar hacer, el rol de quienes están alentando en las sombras a construir sobre terrenos que quedaron de una quiebra producida hace varias décadas justamente cuando los compradores en cuotas dejaron de pagar ante la evidencia de que no hay agua suficiente ni condiciones para construir adecuadamente, son parte de la explicación.

Preservar las Sierras, orientar la construcción hacia las áreas donde es más fácil y menos costosos brindar los servicios necesarios, y efectivizar políticas de prevención, educación y control, son medidas imprescindibles. No asumirlas es pedirle cada vez más a los bomberos, arriesgar vidas y perder patrimonio tandilense.

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